El día de la coronación, El Cañavate se vistió de gala para recibir a la Virgen de Trascastillo y a los fieles que llegaron de todas partes para participar en la histórica ceremonia.
Desde las primeras horas de la mañana, las calles del pueblo se llenaron de devotos, creando un ambiente de alegría y reverencia.
Con motivo de la coronación canónica de la Virgen de Trascastillo, patrona de nuestro pueblo; varios vecinos de localidades cercanas se unieron al evento, llevando consigo a sus propias patronas, entre ellas la Virgen de la Asunción, quien acompañó la procesión, dando un toque de color y esplendor a esta jornada inolvidable.
La procesión, solemne y acompañada de cánticos y oraciones, recorrió las calles del pueblo mientras la imagen de la Virgen de Trascastillo avanzaba en medio del fervor popular. Las representaciones de otras vírgenes, especialmente la de la Asunción, enriquecieron el acto con su presencia, simbolizando la unión de las comunidades vecinas en un momento tan significativo.
Finalmente, la imagen de la Virgen fue llevada hasta el altar mayor, donde tuvo lugar la emotiva ceremonia de coronación, presidida por las autoridades eclesiásticas de la región. Fue un momento de gran devoción y orgullo para los presentes, quienes se unieron en oración y agradecimiento, reconociendo a la Virgen de Trascastillo como un símbolo espiritual y protector no solo para el pueblo de Cañavate, sino también para los pueblos circundantes. Esta coronación fue, sin duda, un hito en la historia religiosa de la región, marcando un día de profunda fe y celebración compartida.

